lunes, 4 de enero de 2010

¿Ser o estar?


A Wanner y a los vecinos de la calle Puerto Rico



En castellano los verbos ser y estar se refieren a condiciones existenciales distintas. En inglés, sin embargo, ambos son recogidos por el famoso To Be.
Parece que en la cultura anglosajona quien está es… y viceversa.
A mí esa visión del mundo no me agrada, porque significa que el concepto que me hago de ti, Paquito, depende de dónde estés, en qué posición social te encuentres, qué escalones lograste subir. Quiere decir que uno, como ser humano, como miembro de este gran ecosistema llamado Tierra, no posee ningún valor en sí mismo, que nuestro ser se encuentra definido por nuestro estar.  Y ese, a mi juicio, es el más triste de los parámetros de medición. Resta importancia al cultivo de principios universales definidos dificultosamente a la luz de miles de años de historia, como la verdad, la solidaridad, la justicia, el respeto, la paz o el sacrificio. Y nos coloca en una estúpida competencia por las cosas, por un confortable estilo de vida que amenaza la existencia de todos los seres conocidos, incluidos nosotros mismos.
Creo, querido amigo, que de lo vivo nada sobra, nada es menos. Las pequeñas ramas secas que hoy se desprenden del árbol mañana se convierten en la materia prima que el ave teje para hacer su nido, para proteger a sus pichones.
Y tú, que no aportas un penique al Producto Interno Bruto, eres el dinámico motor de esta casa. Sé que no entiendes mis palabras, pero me conformo con que tus ojos grandes y negros se claven en mi rostro mientras te cuento un cuento o te hago cualquier comentario.
Nada vale más que verte silbar todas las mañanas como yo te enseñé, “como los ruiseñores, Paquito, los pajaritos de Dios”. ¡Humm!, así me gusta verte, sonriendo, ajeno al dolor, a las intrigas, a la avaricia y a la mentira.
¿Qué sería de la sociedad si todos nos lanzáramos a la carrera del llamado éxito? ¿Quien cumpliría la sagrada misión de cuidar a los ángeles como tú? ¿La mano de quién tomarían los niños en momentos de duda? ¿A qué pupila llegaría el mágico color del arbusto en flor?
Son preguntas que me hago cuando te contemplo, o cuando imagino caminos que lleven al crecimiento personal y colectivo de los seres humanos, respetando los derechos de los demás actores involucrados en este gran escenario que es la vida.
No importa lo que digan los gringos, o los pensadores de estos nuevos tiempos. Para mí tu vales porque sí, por el solo hecho de existir, de estar en el más bajo de los peldaños sociales y en el más costoso rincón de mi alma. El éxito, Paquito, el éxito es ahora, lo demás es cuento de borracho.

3 comentarios:

Aquiles M.Peralta Peguero dijo...

Eso es cierto el éxito es ahora, lo demás es cuento de borracho.

July Grey Reyes Pilier dijo...

Precisamente hace un ratico leí una frase que me gustó y se relaciona un poco con esto.

"El estar vivo ya es un triunfo"- Kalimán

Eso me recordó a la carrera de los espermatozoides, en la cual uno entre millones triunfa, es decir, que desde que somos concebidos ya triunfamos, que simplemente por el hecho de existir somos importantes.

Vianney D. Cristopher dijo...

"Las pequeñas ramas secas que hoy se desprenden del árbol mañana se convierten en la materia prima que el ave teje para hacer su nido, para proteger a sus pichones".

Simplemente me encanta cada palabra que compone esto tan profundo y bello que has publicado. Aquí has dicho una verdad que ante los ojos de un gran porcentaje de la sociedad es mentira.